Estoy aprendiendo a esperar antes de irme en palabras de admiración y más, en críticas. Celebro los aciertos pero estoy tratando de calmar las ansias que se vienen en la desesperación de conseguir victorias en la humanidad. Eso quiere decir que estoy creciendo, cambiando, tal vez, madurando.
Hace unas semanas El País de España publicó una entrevista con Gay Talase, uno de los periodistas más importantes del siglo XX, quien junto a su colega Tom Wolfe (uno de mis favoritos), definieron el periodismo literario en Estados Unidos.
Talase, ya con 86 años, sigue estando en el centro del mundo intelectual. Sus libros, recién editados o ya considerados como antiguos, forman parte de la cultura mundial, que busca seguir el retrato de sí misma a ver si halla su razón.
Realmente disfruté mucho el diálogo entre Talase y su interlocutor. Estaba dispuesta a darle halagos a sus opiniones y, de repente, sobre la bicicleta estacionaria, vino a mi mente la frase del sr. Einstein: "Todo es relativo".
Don Talase, con su porte de mafioso de los años cuarenta, sus sombreros de colección y sus zapatos de 3000 dólares, al preguntarle por quién votó, si por Hillary o por Trump, responde que por ninguno, pues rechaza la política al estar alejada del hombre común. Una posición bastante antipolítica, si lo vemos desde fuera.
En la entrevista, el afamado hombre de letras refiere a que no usa celular ni mucho menos redes sociales y que es exigente con la presencia de las personas con las que se relaciona, pues eso de la familiaridad no conviene en la profesión. Sin duda, un hombre poco común.
Para mí es inevitable pensar qué diría Gay Talase de haber nacido en Venezuela. Qué opinaría sobre apostar por la antipolítica en una nación que veía en sus medios de comunicación (y hasta en las canciones) el deseo de una generación que perseguía que los políticos fuesen paralíticos y lo en lo que finalmente devino.
¿Será que el periodista Talase cambiaría de opinión al conocer lo qué ocurre con los políticos y los "hombres comunes" de Venezuela y de otros lugares del planeta? ¿Diría lo mismo? ¿La política le seguiría resultando desagradable u opinaría que es un mal necesario en busca de un bien común? ¿Le apretarán los zapatos al sr Talase y por ello dejó de caminar entre los hombres comunes?
Bueh... No tendré respuesta del sr. Talase. Lo sé. Soy muy común.
(Abajo, podrán encontrar el enlace de la entrevista de el diario El País. Y siquieren leer el artículo sobre Il Padrone, Frank Sinatra, acá lo dejo en la versión publicada por Letras Libres).
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